PREGUNTAS A BORIS EIFMAN

Compartimos con ustedes estas preguntas realizadas por Lucia Chilibroste al coreógrafo Boris Eifman sobre el ballet Hamlet Ruso.

No se pierdan Hamlet Ruso en el Teatro Ópera de Buenos Aires del 10 al 13 de mayo

Compartimos con ustedes estas preguntas realizadas por Lucia Chilibroste al coreógrafo Boris Eifman sobre el ballet Hamlet Ruso.

¿Es posible enmarcar el baile de Eifman en un estilo particular?

  - Absolutamente no. En gran medida fundé mi teatro debido a que los cánones y formas que prevalecían en el arte del ballet no me daban el espacio necesario para el trabajo creativo. Desde el principio dirigí todos mis esfuerzos para crear mi propio lenguaje coreográfico, un nuevo sistema de expresividad plástica. Rebosaba de ganas por poder expresar mis fantasías artísticas y planes, por lo que necesitaba un tipo de teatro de ballet que me permitiera todo eso, en la mayor medida posible. Llevo ya 37 años trabajando con mi compañía, y durante todo este tiempo hemos estado ocupados con nuestra principal misión estética: extender las posibilidades del cuerpo humano como instrumento único de investigación de los misterios de los aspectos espirituales y mentales de una personalidad. Nuestro principal logro es la creación de un repertorio coreográfico original y popular en el que el ballet reúne las tradiciones perdidas del arte psicológico.

 

Cuando creaste los personajes principales de Hamlet Ruso (Catalina, Pablo y el favorito), ¿crees que estabas más influenciado por Shakespeare, la historia real o ambas?

 -Estaba inspirado por Shakespeare, la historia rusa, y también por los destinos de esos personajes, tanto los literarios como los históricos, que como Pablo I resultaron ser "gente innecesaria". La tragedia de este emperador es una historia arquetípica y universal, hay muchos ejemplos en la historia de personas brillantes y talentosas, llenas de energía y generosas aspiraciones, las cuales fueron rechazadas por la sociedad, convirtiéndose en marginados. Fue muy interesante para mí acercarme a una naturaleza tan complicada y polémica como la de Pablo, sumergirse en un mundo sombrío e irracional de fantasmagorícas apariciones que culminaron devorándolo.

 

La crítica del New York Times, Anna Kisselgoff, escribió sobre Hamlet Ruso: "Al reflexionar sobre la pregunta, 'Ser o no ser', Hamlet decidió ser. Paul decidió no ser, no pudo resistir el poder del régimen que lo aplastó. "¿Cuál es su opinión al respecto?

 - En realidad, yo concibo que: inicialmente para sí mismo, Pablo escogió la respuesta "ser". Siendo educado, activo y leal a los ideales de caballería, era absolutamente sincero en su deseo de mejorar exhaustivamente el estado ruso para hacerlo más avanzado. Sin embargo, fue la época misma la que lo rechazó. Debido a esto, Pablo se resguarda en el doloroso mundo de las fantasías, "se disuelve" en un mundo-espejo. No es una historia particular de la historia rusa, sino un ejemplo de conflicto eterno entre una personalidad notable y una sociedad rígida y cruel.

No se pierdan Hamlet Ruso en el Teatro Ópera de Buenos Aires del 10 al 13 de mayo.

Por entradas: http://www.ticketek.com.ar/hamlet-ruso/teatro-opera

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