Sobre el Bns

Coppélia

ESTRENO MUNDIAL

25 de mayo de 1870, Ópera de París, París, Francia
Coreografía: Arthur Saint-Léon
Libreto de ballet: A. Saint-Léon y Charles Nuitter
Música: Léo Delibes
Rol principal: Giuseppina Bozzachi
Fuente: http:// es.wikipedia.org/wiki/Coppélia

ESTRENO BALLET NACIONAL SODRE 

1939, Ballet Nacional del Sodre, Montevideo, Uruguay
Reposición: Gala S Gala Schabelska
Dirección de orquesta: Raymundo Marotti 
1939, Espectáculo coreográfico
Danza de los autómatas del ballet Coppélia 

REPOSICIONES

1949, Ballet Nacional del Sodre, Montevideo, Uruguay
Coreografía: Marius Petipa y Enrico Cecchetti.
Dirección de orquesta: Carlos Estrada

1950, Ballet Nacional del Sodre, Montevideo, Uruguay
Coreografía: Marius Petipa y Enrico Cecchetti.
Dirección de orquesta: Juan Protasi
 
1951, Ballet Nacional del Sodre, Montevideo, Uruguay
Coreografía: Marius Petipa y Enrico Cecchetti
Dirección de orquesta: Nino Stinco

1966, Ballet Nacional del Sodre, Montevideo, Uruguay
Coreografía: Marius Petipa y Enrico Cecchetti.
Dirección de orquesta: Nino Stinco
 
1969, Ballet Nacional del Sodre, Montevideo, Uruguay
Suite de Coppélia de Léo Delibes
Coreografía: Marius Petipa y Enrico Cecchetti.
Grabación con cinta magnetofónica
 
1976, Ballet Nacional del Sodre, Montevideo, Uruguay
Coreografía: Roger Fenonjois
Grabaciones de la Ossodre: Dirección Juan Protasi
 
1978, Ballet Nacional del Sodre, Montevideo, Uruguay
Suite de Coppélia de Léo Delibes
Coreografía: Roger Fenonjois
 
1992, Ballet Nacional del Sodre, Montevideo, Uruguay
Coreografía: Edgardo Hartley
 
2004, Ballet Nacional del Sodre, Montevideo, Uruguay
Coreografía: Arthur Saint-León
Adaptación: James Amar

Argumento

El libreto de Coppélia es del dramaturgo y libretista Charles Nuitter (1828-1899), basada en el cuento Der Sandmann (El hombre de arena) de E.T.A. Hoffmann (1776-1822).

Primer Acto / Una aldea en Cracovia
Swanilda y su novio Franz viven en una remota e idílica aldea. Franz a su vez se siente atraído e intrigado por la belleza de una nueva joven que todas las tardes aparece leyendo en el balcón de la casa del Dr. Coppelius, un viejo artesano misterioso y extravagante.
La celosa Swanilda al darse cuenta de esta situación decide vengarse de su novio, ridiculizándolo en la fiesta de la aldea. El burgomaestre entrega a cada muchacha una espiga de trigo, diciéndole que solo aquella cuya espiga logre crujir en su oído sabrá que siente un verdadero amor. Swanilda finge que la espiga que le ha tocado en suerte no produce ningún ruido. Franz se da cuenta de su artimaña y, en venganza, decide invitar a otra chica para danzar la czarda. El Dr. Coppelius aparece al final de la fiesta y es motivo de diversión para Franz y sus amigos, quienes se burlan de él. El Dr. Coppelius pierde la llave de su casa cuando intenta liberarse de los molestos jóvenes. Swanilda encuentra las llaves y decide entrar en la casa de Coppelius junto a sus amigas para poder descubrir quién es su rival. Simultáneamente, Franz, muerto de curiosidad por conocer también a la bella dama, entra en escena llevando una escalera con la que pretende entrar a la casa de Coppelius.

Segundo Acto / En la casa del Dr. Coppelius
Swanilda y sus amigas han entrado a escondidas en la casa y arman gran revuelo, revisan todo hasta encontrar, llenas de asombro, lo que buscaban. La “rival” no es más que Coppelia, una muñeca autómata, de tamaño natural, uno de los tantos geniales muñecos que ha creado el Dr. Coppelius.
Sienten ruidos. Coppelius está de vuelta. Swanilda no logra huir como lo hacen sus amigas, y para pasar desapercibida se viste con las ropas de la muñeca Coppelia, haciéndose pasar por ella. Simultáneamente, Franz logra entrar por la ventana, dispuesto a declararle su amor a la bella chica del balcón.
El Dr. Coppelius aprovecha la ingenuidad de Franz, decide vengarse de él y a la vez lograr su gran propósito: dotar de vida a su muñeca Coppelia. Haciendo uso de su magia alquímica, le da de beber una y otra vez una poción que transfiere toda su energía vital a Coppelia. Swanilda, aprovecha la oportunidad y se presenta como la muñeca Coppelia humanizada. Los mecánicos movimientos de la muñeca son sustituidos por graciosas danzas. El Dr. Coppelius cree haber logrado dar vida a su muñeca favorita.
Swanilda, cansada de la farsa y preocupada por el estado en que se encuentra Franz, revela su verdadera identidad al Dr. Coppelius. No sin cierta maldad, Swanilda, para desesperación de Coppelius, comienza a romper los increibles muñecos a los que le dedicara gran parte de su vida. Franz despierta, reconoce su ridículo comportamiento y pide perdón a Swanilda. La joven pareja huye, dejando a Coppelius desconsolado, abrazado a los restos maltrechos de su muñeca favorita.

Tercer Acto / Plaza de la aldea
Gran fiesta en el pueblo. Todos están contentos celebrando las bodas de Franz y Swanilda. En medio de las bulliciosas danzas, surge patético y solitario el Dr. Coppelius. Arrepentidos por el mal que le causaran, los nóveles esposos deciden donarle su dote como indemnización. Generoso, el burgomaestre se niega a ello, y ofrece a Coppelius una bolsa con monedas de oro. Todos juntos terminan esta historia celebrando el amor, la vida y la amistad.